Salimos de Praga a eso de las 1300hs, después de una ración de turismo Express. Desde el taxi pudimos comprobar que en coche también se viaja cómodamente. Nos esperaban 800kms de ruta y algunos imprevistos.
Poco después de dejar Munich, empezó a llover, cada vez con mas intensidad. Tuvimos que pararnos debajo de un puente para abrigarnos y protegernos de la lluvia. No llevábamos traje de agua ninguno, por lo que poco podíamos protegernos.
La lluvia no dejaba de caer a veces con mucha intensidad. Decidimos seguir.
Para poder llegar a Zurich, debíamos atravesar unos pocos kms de Austria con sus innumerables túneles.
Fue al atravesar uno de ellos cuando la tormenta se había quedado atrás y nos invadió el optimismo. A pesar de que era de noche y quedaban 150kms sin lluvia llegaríamos a Zurich.
Continuamos el viaje, y a la salida de un túnel nos esperaba la tormenta. Fueron los peores momentos, estábamos a 70kms de Zurich y llovía como nunca. No sabemos lo que fue el diluvio universal pero debía parecerse a esto.
Para darle un toque interesante la niebla se apoderó de la carretera (estábamos ganando altura de camino a zurich) y los rayos iluminaban todo el cielo. No paramos, aunque no fue lo más prudente.
Fueron 70 u 80kms realmente épicos, completamente calados y conduciendo en las peores condiciones. No tuvimos mucho frío, pero seguramente sería porque estábamos tan pendientes de conducir que ni lo pensamos.
Finalmente llegamos a Zurich. Esa noche nos costó encontrar hotel y finalmente dormimos en el Splendid (adjuntamos publicidad...), un hotel con piano-bar realmente auténtico. Aún nos quedaron fuerzas para salir a cenar y brindar por haber llegado a Zurich.
No hay comentarios:
Publicar un comentario